¿Por qué es necesario afilar los cuchillos?

La pérdida de filo es un ciclo natural de cualquier hoja afilada y, tarde o temprano, todos los cuchillos perderán su filo y quedarán desafilados. Por lo tanto, es necesario afilar cada hoja. 

¿Alguna vez te has preguntado por qué los cuchillos pierden su filo? ¿Por qué algunos cuchillos necesitan más cuidados y un afilado más frecuente? ¿Qué puedes hacer para que el filo dure más?

La capacidad de mantener un filo depende de la elección y el tratamiento del material del que está hecha la hoja. Naturalmente, nosotros podemos poner de nuestra parte cuidando y manteniendo la hoja y utilizando técnicas correctas de corte y picado. 

Los sospechosos habituales de pérdida de nitidez y necesidad de afilado son:

  • Desgaste general: Es normal que un cuchillo se desgaste durante el uso y un desgaste significativo sólo será visible después de muchos años de uso.
  • Rizado o enrollado del filo: Se ejerce mucha fuerza en el borde de la hoja, por lo que puede girar hacia cualquier lado. Así es como normalmente se desgasta el filo, pero el rizado y el enrollado se pueden solucionar hasta cierto punto mediante el uso de una varilla de bruñido.
  • Descantillado: El borde puede astillarse o romperse bajo presión, principalmente cuando choca contra materiales duros. Los microchips son un gran factor a la hora de perder nitidez.
  • Corrosión: A menudo utilizamos cuchillos en un ambiente húmedo y ácido de la cocina. Incluso si no se nota en la superficie, la corrosión sigue erosionando el filo.
  • Técnica de corte: Una buena técnica de corte es la mejor opción para mantener ese fino filo.

    Las propiedades que nos dicen cuánto tiempo un cuchillo mantendrá su filo son: fuerza, tenacidad, resistencia al desgaste.

    👉 Puedes leer más sobre estas propiedades en el Introducción a la metalurgia de los cuchillos de cocina..

    La composición química y, por tanto, sus propiedades mecánicas juegan un papel importante en el aspecto del acero:

    Fortaleza
    La resistencia del material a la deformación que está directamente relacionada con la dureza del material. En un cuchillo de cocina, esto significa que un cuchillo duro mantendrá su filo por más tiempo porque no se curvará ni enrollará ni se dentará tan rápida y fácilmente como en un cuchillo más blando. Sin embargo, los materiales extremadamente duros también tienen más probabilidades de romperse y astillarse. Un ejemplo de ello son los cuchillos de cerámica, que son muy duros pero se rompen o se hacen añicos rápidamente.

    Tenacidad
    La resistencia de un cuchillo a deformarse, romperse, picarse y agrietarse. Un cuchillo muy resistente responderá a la fuerza doblándose en lugar de rompiéndose. Lo que queremos de un cuchillo de cocina es dureza complementada con suficiente dureza para que no se rompa si lo golpeamos accidentalmente contra un plato o fregadero.

      

    Resistencia al desgaste
    Resistencia de un material a la abrasión: esto está relacionado con la duración del afilado y la facilidad para reafilar la hoja. La resistencia a la abrasión crece con la dureza de la superficie y depende del contenido y distribución de carburos en el acero. La resistencia al desgaste es una característica importante que se pone de relieve cuando cortamos un material altamente abrasivo.

    La dureza y la tenacidad están inversamente correlacionadas: cuanto más duro es el acero, menos resistente es y, por tanto, más propenso a romperse. Por lo tanto, los aceros muy duros no soportan cortar cosas muy duras, como huesos o cocos, sin dañarse (parte de la hoja se rompe o se astilla). 

    El afilado depende en gran medida del tipo de acero y del tipo de carburos que contiene el acero y menos de la dureza del material en sí. Los aceros con muchos carburos duros son más difíciles de afilar, por lo que un cuchillo económico de acero inoxidable con un bajo valor HRC y un bajo contenido de carbono puede ser mucho más difícil de afilar en comparación con una hoja hecha de acero con alto contenido de carbono con HRC 60+. 

    Los conceptos básicos del cuidado y mantenimiento de los cuchillos de cocina:

    • Utilice una tabla de cortar de madera, plástico o goma. En ningún caso utilizarlos sobre vidrio, cerámica, mármol o acero.
    • No dejes tus cuchillos en el fregadero. Lave cada cuchillo a mano.
    • No laves tus cuchillos en el lavavajillas. El calor puede dañar los mangos, los bordes pueden astillarse y la humedad dentro del lavavajillas puede corroer la cuchilla.
    • Después de su uso, lave los cuchillos y séquelos.
    • Cuando no estén en uso, las cuchillas siempre deben protegerse para que no entren en contacto con otros utensilios de cocina. Recomendamos utilizar un estante magnético, bloques para cuchillos, cajones especialmente diseñados o utilizar fundas protectoras o sayas hecho de madera o cuero. 
    • Un cuchillo es una herramienta destinada a un uso específico. No lo utilices para ningún otro propósito: no es un abrelatas, un destornillador, una paleta, un cortaalambres, un martillo, etc. Los cuchillos de cocina están pensados ​​para preparar alimentos.
    • Utilice el cuchillo adecuado para la tarea en cuestión: un cuchillo de pelar pequeño diseñado para trabajos delicados no funcionará bien si intenta cortar huesos con él.

    Entonces, ¿cómo podemos aplicar todo lo anterior en la práctica cuando utilizamos nuestros preciados cuchillos de cocina? Lo cierto es que la duración del afilado depende en gran medida de quién utilice el cuchillo o, en otras palabras, de si lo utiliza y almacena correctamente. Esto significa que si un cuchillo permanecerá afilado o no depende principalmente de cómo se trate y no tanto de la calidad del acero o del método de afilado.

    Y esta es una buena noticia, ¿verdad? Después de todo, cambiar nuestro comportamiento es una de las cosas más fáciles de hacer. 😀

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